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No es fácil ser árbitro asistente y determinar un fuera de juego. El ojo es un órgano magnífico, pero muchas veces la diferencia para anular una jugada o no es milimétrica, causando uno que otro error.
Sin embargo, validar un gol de un jugador que estaba 3,1 metros adelantado es absolutamente escandaloso.
¡3,1 metros!
Gol tres metros adelantado
La situación ocurrió en un partido de la Primera B del fútbol chileno (segunda categoría local), entre Magallanes y Unión San Felipe, válido por la jornada 15 de la competencia.
En la jugada vemos al lateral derecho de Magallanes, Marcelo Filla, enviar un centro al área y habilitar a su compañero Miguel Ángel Orellana, quien definió tranquilamente y sin marca para el 1-0 parcial.
A la hora de la repetición, sin embargo, algo no cuadra. Orellana estaba más adelantado de lo que Leonardo da Vinci lo estuvo en su época.
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Es tan obvio el offside que apenas el balón entró a la red y el juez central Omar Oporto validó la conquista, en el micrófono ambiente se escucha al arquero vencido, Lucas Giovini, entregando un particular mensaje a los árbitros:
"Esa no lo cobras, ahora dejaste jugar. Pídele la camiseta después al de Magallanes, te comiste el gol. Son un desastre".
¿Dónde estaba el VAR? En la Primera B del fútbol chileno no hay videoarbitraje, lo que pudiera considerarse un atenuante. Pero, ¡3,1 metros! Alguien definitivamente necesita lentes o repetir completo el curso de juez asistente.
El partido acabaría 2-1 en favor de Magallanes.
