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El VAR arruina el festejo de pingüino de Antoine Griezmann

Los festejos de gol en vano son una incómoda realidad en el fútbol desde la introducción del VAR. Lo vemos cada fin de semana en la cara frustrada de jugadores y aficionados que quedan exigiendo una explicación cuando la tecnología interviene y apaga sus sueños y alegrías.

Pasa en ligas locales, torneos internacionales y hoy le tocó a Antoine Griezmann en la Copa del Mundo, en la derrota 1-0 de Francia ante Túnez.

Con el boleto asegurado a los octavos de final, Francia mandó al campo una alineación alternativa para enfrentar a la selección africana. Túnez, que no había marcado durante el Mundial y empujado por la relación de amor-odio que existe entre ambas naciones, aprovechó la oferta y a través de Wahbi Khazri abrió la cuenta.

Festejo de pingüino de Griezmann no vale

Al técnico galo Didier Deschamps no le gustó ir perdiendo y decidió hacer modificaciones en su alineación, mandando al campo a Kylian Mbappé y Antoine Griezmann para conseguir el empate.

Y Grizzy lo consiguió, pero solo por unos segundos.

Momentos antes del pitazo final, Griezmann agarró un balón de volea y puso el 1-1 parcial.

Innovador en cuanto a festejos, el francés celebró con una especie de baile del pingüino que si bien no es muy conocido en el fútbol, los fanáticos de la NFL reconocerán como el célebre waddle con que el receptor Jaylen Waddle festeja sus touchdowns. 

Lamentablemente para Griezmann y Francia, segundos después el VAR llamó al árbitro central y decidió invalidar la conquista, debido a que el rechazo del defensor tunecino "no fue deliberado" y por ende no habilitaba a un Grizzy que había iniciado la jugada en posición de adelanto.

Con el gol borrado del marcador, Túnez finalmente se quedó con la victoria, pero esta no fue suficiente para avanzar de ronda. En el otro partido del grupo, Australia venció a Dinamarca y logró el boleto restante para los octavos de final.

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