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La Federación Mexicana De Fútbol Hace Esfuerzos Para Eliminar ESE Grito Homófobo De Sus Estadios

La Federación Mexicana de Fútbol lleva años pidiendo a sus aficionados que se abstengan de utilizar un grito homófobo muy popular en sus estadios, tanto en sus partidos de la Liga MX como a nivel internacional, cuando juega la selección nacional. Ahora está recibiendo la ayuda de la FIFA.

En 2018, cuando Yon De Luisa asumió la presidencia de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), el organismo rector del fútbol en un país donde el fútbol es el rey, el alcance del esfuerzo para erradicar el grito "p***" fue una campaña ineficaz que permitió que el grito se hiciera sonar libremente en casi todos los partidos de la selección mexicana masculina.

Hace casi dos años, la FIFA aprobó un código disciplinario que permite a los árbitros poner fin a los partidos si los aficionados utilizan cánticos o muestran un comportamiento considerado homófobo o racista. Sin embargo, debido a la pandemia del COVID-19, la selección nacional de México ha jugado pocos partidos ante los aficionados desde que se aprobó la normativa.

Pero cuando el equipo regrese a la cancha el 29 de mayo para enfrentar a Islandia en Arlington, Texas, Yon De Luisa dijo que el nuevo código se aplicará estrictamente. 

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El partido, el primero de México en Estados Unidos en 20 meses, será también el primero de los 14 partidos que el Tri jugará en Estados Unidos este año, en un calendario que incluye amistosos, la fase final de la Nations League, la Copa de Oro de la CONCACAF y la fase de clasificación para el Mundial.

"Hay un par de campañas", dijo De Luisa. "La primera es hacer saber [a los aficionados] las posibles consecuencias. Y la segunda es dejar que nuestros fans sepan que este no es el comportamiento, esta no es la imagen que queremos mostrar de México."

Las directrices de la FIFA incluyen un proceso de tres pasos. A la primera infracción, los funcionarios deben detener el partido y solicitar un anuncio de servicio público en el que se pida a los espectadores que cesen el comportamiento discriminatorio. Si el comportamiento continúa, el partido puede detenerse de nuevo y los jugadores pueden ser enviados a sus vestuarios.

Si el juego se interrumpe por tercera vez, los funcionarios tienen instrucciones de abandonar el partido. Además, los aficionados identificados por la seguridad o por otros espectadores que hayan utilizado el grito pueden ser expulsados del estadio.

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