Home
Después de haber tocado fondo ante Uruguay, México mostró un mucho mejor rostro ante Ecuador en el Soldier Field de Chicago. El Tri, sin embargo, sigue sin convencer del todo y no pudo pasar del 0-0 ante la selección sudamericana.
La falta de gol continúa siendo el gran problema del equipo dirigido por Gerardo Martino, pero si hay que destacar algo positivo en la jornada es que al menos hay arquero: Memo Ochoa con un tapadón sobrenatural demostró por qué es y por qué debe ser el "1" inamovible en el Mundial de Catar 2022.
Atajada Memo Ochoa vs Ecuador
En un partido apretado, rústico y hasta con un par de entradas innecesariamente violentas para un partido amistoso, el momento dorado de Ochoa llegó al minuto 39, cuando con el puntín de su pie derecho y un manotazo sacó de manera sobrenatural un remate de Romario Ibarra, uno que salvó al Tri y que probablemente sirvió para darle la cantidad de oxígeno que necesitaba el proceso de Gerardo Martino de aquí a la Copa del Mundo.
¿Cómo lo hizo? Probablemente no hay ecuación matemática ni lógica física para explicar los reflejos del golero ni la curiosa parábola que hizo el balón rumbo al tiro de esquina.
La performance de Ochoa reafirmó que es dueño de la puerta mexicana, más considerando los errores que cometieron sus reemplazantes en los dos amistosos anteriores.
Rodolfo Cota hipotecó sus chances de subirse al avión rumbo a Catar con un terrible osote ante Nigeria.
Ante Uruguay, en tanto, sin tener una actuación espantosa exhibió pequeños errores que dejan claro que no es Ochoa.
El dato final: con Ochoa en el arco, el Tri sumó 590 minutos sin recibir goles.
La falta de gol de México
A diferencia de lo que ocurrió ante Uruguay, México en esta ocasión sí fue capaz de generarse ocasiones de gol. Al final del día, sin embargo, la falta de contundencia de la línea ofensiva sigue siendo un quebradero de cabeza para Gerardo Martino.
Hoy, tanto Jesús Corona – que salió lesionado – como Raúl Jiménez volvieron a fallar opciones francas de gol: Tecatito estrelló un remate en el cuerpo del arquero ecuatoriano Alexander Domínguez, mientras que el Lobo no pudo enganchar bien su único tiro al arco y terminó desviándolo al segundo palo.
Volvió el grito
La nota fea del amistoso entre México y Ecuador con el retorno del grito homofóbico en las tribunas. Ocurrió cerca del minuto 80 y el árbitro Oliver Vergara no dudó en aplicar el protocolo en estos casos, deteniendo el juego y reuniendo a los jugadores en el centro del campo.
Desde lo social, la reincidencia en el comportamiento de la afición mexicana es absolutamente reprobable, mientras que desde lo deportivo fue completamente absurda, ya que interrumpió el ritmo de juego en un momento en que México jugaba mejor y se acercaba con riesgo a la portería ecuatoriana.
La gente nunca aprende.
