Home
A Miroljub Kostic no le importa. Está perdiendo 2-0 en el minuto 53 de la Copa de Serbia, ha anotado menos de 10 goles en su carrera profesional de 10 años y esta maldita pelota se mete en su camino a casi 36 metros del arco.
Miroljub no puede aguantar este desafío. ¿Quién se cree que es esta pelota? ¿Debería patearla con toda la fuerza posible?
Él es un defensor. No le pagan para tener que resolver este tipo de cosas. Agravado, impaciente y ansioso de regresar a gritarle a sus compañeros, él golpea la pelota hacia el arco para terminar con todo.
Toma eso, bastardo redondo y no te atrevas a regresar. Su club, Borac, celebra el logro gritándose entre todos.
Los objetos también son cosas y es bastante triste ver que las tratan con tanta agresión e indiferencia. Nosotros en The18 no aprobamos este tipo de brutalidad, pero ciertamente la apreciamos.
Este tipo de violencia enfadó tanto a sus compañeros del Borac que obtuvieron una tarjeta roja tan solo seis minutos después de acercarse al empate. El puntaje final sería 2-1, sacando a Borac en la etapa de semifinales de la copa.
Aunque a Kostic no le importa ni un poco. Él le enseñó a esa pelota una lección que no podrá olvidar fácilmente. Si algo aprendimos de la Copa de Serbia de este año es a no molestar nunca a Miroljub Kostic.
