Home
América y Europa, dos continentes que viven el fútbol de manera distinta. Pasión de los hinchas o el fútbol de constelaciones y estrellas. La espontaneidad o la organización desmedida. La humildad o el lujo donde sobran los millones. Improvisación o coordinación. Pasantía o tesis de doctorado. Sueño o consagración.
El Océano Atlántico separa el nuevo del viejo continente. Unos 7.000 kilómetros de distancia corroboran las diferencias políticas, económicas, culturales y sociales que existen entre ambos. El fútbol no escapa a eso.
En el balompié europeo, salvo ciertas excepciones como el Leicester de 2016, el Lille de 2021 o la Grecia de 2004, los equipos “grandes” en jerarquía y en lo económico suelen arrasar y llevarse los grandes torneos del continente. Por su parte, en el continente americano, los batacazos y campanadas, tienden a manifestarse más a menudo. A título de ejemplo, Colón de Santa Fe recién se consagró campeón de la primera división Argentina en la campaña 2021. A nivel continental, 16 equipos diferentes han ganado la Copa Libertadores en los últimos 20 años, mientras que la Champions se ha repartido apenas entre 9.
En Europa se juega un balompié de enjundia. Estrellas, constelaciones y jugadores de renombre mundial confluyen y fulgen cada semana para darnos un espectáculo dentro y afuera del engramado. En América, por su parte, los jugadores son obreros que luchan cada partido con lo que se puede y lo que se tiene, pensando en consagrarse en un futuro cercano en el balompié europeo.
Así las cosas, Europa tiene un poder económico para nada deleznable y, a todas luces, América no puede competirle. En ese sentido, los jugadores europeos permanecen en sus ligas locales, en cambio, Sudamérica, no consigue retener a sus figuras tentadas por los euros. Ya a nivel de selecciones, cuyos jugadores se reúnen esporádicamente de convocatoria a convocatoria, el proceso de acoplamiento resulta más complicado por lo anterior.
A mayor abundamiento, la improvisación y el cantamañanas abundan en Sudamérica, a diferencia de Europa. En reiteradas ocasiones ocurre una falla eléctrica, algún percance político, crisis económica o crisis sanitaria que suspende o pospone algún evento deportivo. Casi se suspende el evento de la Copa América 2021 por la crisis política en Colombia y por la pandemia en Argentina. Entre tanto, en Europa se establecieron desde el vamos los protocolos de salud para la Eurocopa y se están cumpliendo en su totalidad.
Dicho lo anterior, al continente americano le cuesta cada vez más competir en lo deportivo con Europa, tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones. En el mundial de clubes, de 13 ediciones los clubes europeos conquistaron el título en nueve ocasiones, mientras que Sudamérica se quedó con cuatro. En la antigua Copa Intercontinental, los equipos sudamericanos ganaron 26 veces y los europeos 33.
A nivel de selecciones, Europa tiene a su haber 12 cetros mundiales: Alemania e Italia cuentan con cuatro, Francia con dos y España e Inglaterra suman un título. Por su parte, Sudamérica se ha coronado nueve veces rey del balompié mundial. El más ganador es Brasil con cinco galardones, seguido de Argentina y Uruguay con dos títulos mundiales en sus vitrinas. La última vez, eso sí, fue en 2002.
Sin duda alguna, este cálido verano nos está demostrando que la pasión por el fútbol se vive y disfruta a borbotones a lo largo y ancho del globo terráqueo. En esta ocasión, y a la espera de la Copa Oro y de los Juegos Olímpicos, la Copa América y la Eurocopa se juegan de manera simultánea con un gran punto a favor: con la diferencia horaria entre América y Europa, podemos disfrutar de ambos torneos a la vez.
Resulta evidente el dominio europeo, en detrimento de Sudamérica, en aquellos torneos donde confluyen selecciones o clubes de ambas confederaciones. En lo extra-deportivo, ya todos conocemos los escándalos de corrupción, extorsión y tráfico de influencias en ambas confederaciones, así como las penurias y desatinos que a veces atraviesan los jugadores, dirigencias y federaciones de fútbol.
En el espectro netamente deportivo, y en cuanto al equilibrio entre las selecciones de Europa y América, huelga decir que los cotejos que se juegan en Sudamérica lucen más competitivos que los que se juegan en el viejo continente. Diez selecciones integran la Conmebol y 55 naciones conforman la UEFA. Las 10 selecciones de Sudamérica tienen más o menos el mismo nivel, sin embargo, Europa es sede de un conglomerado de selecciones de variopinto nivel y jerarquía.
Digan lo que digan, y si bien es cierto que Europa ha dominado últimamente al mundillo del balompié internacional, no es menos cierto que todos nosotros nos decantamos por ver un Bolivia-Venezuela, Chile-Perú, Ecuador-Colombia, o Brasil-Argentina, antes que un Gibraltar-Estonia, Inglaterra-Gales, Rusia-Ucrania, o Alemania-España cualquiera. ¿Cierto o no querido lector?
