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¡Se Acabó La Espera! San Camilo Vuela Y El Atlas Es Campeón Después De 70 Años

El arquero colombiano Camilo Vargas venía con la confianza medio nublada, luego de regalar un par de goles en la aventura del Atlas por los playoffs del Apertura 2021. Sin embargo, en la final ante León sus brazos volvieron a ser mágicos, sus brazos volvieron a ser los de San Camilo y en una emocionante definición a penales se lucieron no solo como un ejemplo de revancha personal, sino que también para acabar con la maldición más larga del fútbol mexicano.

Porque sí señores, porque sí señoras, el Atlas es campeón por primera vez en 70 años.

Horas antes del partido, el Estadio Jalisco vibraba con la posibilidad de hacer historia. La derrota 3-2 en la ida había sido dura, pero en estas situaciones la esperanza es realmente lo último que se pierde. Las tribunas estaban hasta las banderas, con miles y miles de aficionados que nunca habían visto al Atlas dar una vuelta olímpica, que apenas lo habían escuchado del recuerdo siempre impreciso de sus abuelos.

Sobre el campo, los futbolistas sentían la responsabilidad que tenían frente a sus vidas. Reconocían el imperativo: ahora o nunca. Y azuzados con ese espíritu se desplegaron de manera agresiva. León no era manso y cada vez que Ángel Mena y Víctor Dávila hacían gala de su etérea agilidad se oían los murmullos de desasosiego. La falta de finiquito de los propios también hacía aumentar los niveles de nerviosismo e impaciencia.

Julián Quiñones, luciendo un peinado con los colores del Atlas, era la principal amenaza de peligro. Pero siempre le faltó el centavo para el peso. Por ahí no alcanzó a cerrar un centro raso, tuvo un mal control de un balón y hasta la fortuna le dio la espalda en la jugada más clara del primer tiempo. Luego de un saque largo de Camilo Vargas, el delantero se metió solo en el área enemiga y ante la salida de Rodolfo Cota sacó una vaselina del bolsillo para lo que parecía ser un golazo que echaría abajo el Estadio Jalisco. Sin embargo, el balón caprichosamente se estrelló en el poste izquierdo de La Fiera.

Con un sentido de urgencia mayor, en el segundo tiempo Atlas desató un vendaval sobre territorio esmeralda. Quiñones volvería a fallar en el reinicio, pero eventualmente Aldo Rocha, capitán del equipo, pondría las cosas en orden, desatando el primer gran estallido al interior del Jalisco.

El mediocampista agarró de cabeza un remate mordido de Jeremy Márquez y anotó a los 55 minutos de juego. ¿Estaba offside? Si hubiera rayitas como en la Premier League, probablemente el gol se hubiera invalidado, pero en la Liga MX no está aquella tecnología y operó un criterio más humano y que, en esta ocasión -para mí al menos- acabó siendo la decisión correcta.

Línea especial para el emotivo festejo de Rocha, en honor a su padre fallecido.

El 1-0, sin embargo, no era suficiente para ser campeón dentro de los 90 minutos. El Atlas necesitaba uno más para conseguir ese objetivo. Sin embargo, Edgar Zaldívar hizo a todo el mundo trasnochar más de la cuenta luego de cometer el fallo de definición más grande de todo el 2021. A diez del final, Brayan Trejo dejó a la defensa de León hecha un nudo y sacó un remate que remeció el tubo. El rebote le quedó a Zaldívar, a un paso del arco, pero su cabezazo en vez de irse al fondo de la red acabó manso en las manos de Cota.

Si Atlas hubiera perdido, no quiero ni imaginar la vida que le esperaba a ese pobre muchacho.

Tras ese desperdicio, no hubo mucho más oportunidades de riesgo real. Ni en lo que quedaba de tiempo reglamentario, ni en el tiempo extra que, verdaderamente, fue una monumental pérdida de... tiempo para las vidas de todos aquellos que la vieron.

Atlas no supo aprovechar la ventaja numérica, luego de la expulsión de Emmanuel Gigliotti (90+4'), mientras que León hizo lo posible para hacer la heroica desde el manchón penal.

Tanda de penales del Atlas campeón

La tanda, como todas, fue para morderse las uñas.

Atlas sufrió cuando Rocha erró, lanzando su tiro sobre un poste, pero el portero Camilo Vargas siempre mantuvo la ilusión, tapando los remates de Fernando Navarro y Luis Montes. Finalmente, el argentino Julio Furch convertiría en el último turno, rompiendo el maleficio y desatando la fiesta en Guadalajara y el deseo de que no haya que esperar otros 70 años.

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